Historia de una persecución

Mi nombre es Ryokyu Nakayama, ciudadano japonés, sacerdote responsable del Templo Nichiren Shoshu de Argentina, sito en Avenida Carabobo 257, C.A.B.A. Vivo en el edificio que funciona como templo y centro de práctica y educación, con mi  esposa y mis dos hijas de seis y tres años de edad. Nichiren Shoshu es una institución reconocida por el Estado Nacional e inscripta en el Registro de Culto en debida forma. Hace poco cumplimos y festejamos el 20 Aniversario de la inauguración del templo en Argentina. 

Desde el mes de marzo de 2018 se está difundiendo por las redes sociales y por los medios de prensa digitales e impresos una campaña de difamación contra mi persona que afecta también el culto budista de Nichiren Shoshu y a los miembros que acuden a nuestros oficios y escuela de formación.  Lamento profundamente el malestar que estas falsas acusaciones pueden causar en la comunidad y en las personas de buena voluntad.

Durante varios meses guardé silencio a fin de mantener la privacidad de la Sra. Cecilia Califano. Pero esta campaña y hostigamiento iniciada por mi acusadora Califano fue creciendo con una manifestación en la vía pública, pintadas, afiches, ataques con piedras al templo y mensajes en redes sociales muchas veces desde perfiles falsos.

¿Quién es Cecila Califano? Una creyente que durante más de diez años practicó el budismo concurriendo al templo y a las reuniones de ejercicio espiritual en los grupos regionales y qué, sin que yo diera motivo alguno, manifestó sentimientos amorosos hacia mí, acosándome y persiguiéndome con insistencia. Decliné siempre sus inclinaciones y cuidé de manejar la situación sin herirla a ella ni dejarla expuesta ante los miembros de la comunidad, pero mi delicadeza exasperó a Califano quien decidió orquestar una campaña para ensuciar mi reputación.

El montaje: un guión de hechos falsos

La Sra. Califano expresa que fue abusada por mí el día 25 de julio de 2017, en un hotel de Japón, en ocasión de una peregrinación de los fieles al Templo Principal. Esa acusación y los detalles con que la fue adornando a lo largo del tiempo son absolutamente falsos y constituyen una difamación. Además, en junio de 2018, hubo una denuncia anónima ante una Fiscalía Federal por trata de personas contra mí y el Templo. Esa causa luego de una exhaustiva investigación, fue archivada por la justicia. Sin embargo, la Sra Califano se presentó como querellante y solicitó que se reabra la causa, sin ningún fundamento. Las distintas acusaciones que hace contra mí y contra Nichiren Shoshu carecen de todo asidero.

Debo agregar que durante los meses posteriores al presunto abuso, Califano continuó participando de las actividades del Templo, enviándome mensajes amables, y consultándome sobre diversos asuntos religiosos. Siempre mantuvimos un diálogo correcto y respetuoso. La Sra. Califano siguió practicando el budismo con normalidad hasta fines de octubre de 2017 concurriendo al templo y mostrando una conducta personal y social que no se condice con la de alguien que hubiese sido agredida o ultrajada….  ¿Cómo es posible que una persona que fue abusada como ella manifiesta, se comporte de esa manera conmigo y con sus compañeros?

También deseo expresar que la Sra.Califano está difundiendo un falso relato sobre una persona inexistente supuestamente abusada por mí en un club donde practico deportes, con el fin de amplificar el caso ensuciando mi nombre. Ante el requerimiento de la Justicia, la Sra .Califano dijo que era difícil localizar a esta persona porque no la conocía personalmente. Además, el encargado del club al tener conocimiento de esa denuncia, de inmediato publicó en el blog donde se había difundido la noticia, que dicha persona no existía como miembro de la institución y nunca había asistido.

Conducta temeraria y maliciosa

La Sra. Califano también expresa que luego de su denuncia fue maltratada por algunos compañeros y expulsada. Debo aclarar que esto no es cierto, ya que ella tomó por sí misma la decisión de renunciar a su práctica budista, comunicándomelo por un mensaje de Whatsapp. En cambio, varios miembros y yo mismo recibimos de ella mensajes y llamadas insultantes en tono amenazante. Además debido a esta difamación conocemos la existencia de comentarios en publicaciones de redes sociales que incitan a la violencia, tales como “hay que incendiar el templo” y amenazas reiteradas hacia mi persona en un tono de total  intolerancia.

En este sentido, mi familia y los miembros de nuestra comunidad religiosa, se encuentran realmente atemorizados por las acciones que la Sra. Califano ha realizado hasta ahora, y lamento profundamente el sufrimiento que causa. A esta altura su campaña agresiva y violenta perturba la práctica normal de la religión en un ambiente de paz, libertad y tranquilidad social para el templo y sus feligreses.

Desde ya deseo expresar firmemente que el abuso, psíquico o físico, es un acto repudiable y repugnante bajo todo concepto y en cualquier circunstancia.

Pasos tomados para responder a la deshonra

Dado que las agresiones van en aumento y nada parece detener la conducta de Califano, me ví obligado a tomar requerimientos formales (carta documento, inicio de acciones contravencionales ante el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, mediación civil a la que Califano no concurrió) sin resultados. He presentado un reclamo civil contra Califano ante la Justicia para que detenga su conducta difamatoria, se retracte públicamente, se abstenga de reproducir sus infundadas acusaciones calumniosas e injuriosas y pague por los daños ocasionados. Debo resguardar el derecho personalísimo a mi buen nombre y honor, honra y dignidad así como la del culto de Nichiren Shoshu y la libertad religiosa.

Acerca de Nichiren Shoshu

Nichiren Shoshu, es una escuela budista fundada hace más de 750 años en Taisekiji, Japón, donde cuenta con reconocimiento oficial del Estado. Cuenta con 1086 sacerdotes, 698 templos en Japón y 33 en países como USA, Canadá, España, Francia, Hong Kong, Singapur, Corea, Brasil. Tiene  700.000 miembros  y está presente en Argentina desde 1960,  con su templo en el barrio de Flores (ciudad de Buenos Aires), inaugurado en 1998. Propaga por el mundo la enseñanza correcta de Nichiren Daishonin para la felicidad de cada individuo como punto de partida para concretar la eterna paz mundial. En los países de América del Sur de habla hispana, cuenta con creyentes en Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Bolivia, centralizados en el Templo de Argentina donde se llevan a cabo constantes actividades de culto y educación. http://www.nichirenshoshu.or.jp/index.html

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